Si te intentas convecer de algo que no crees, quien único se hace daño eres tú.
Así como en la foto, muchos son los que desde afuera solo se quedarán parados mirándote y criticando la manera en que "no demuestras tener todo bajo control". <<Por la boca es un mamey>>, dice e dicho. Autorregularse es mucho más complicado de lo que parece. Reprimir emociones puede hacer que una persona se sienta desconectada de sí misma y, en consecuencia, pierda confianza o claridad en sus deseos y límites.
Cómo puedes darte cuenta de que estás a punto de implotar y cuáles pueden ser algunas señales:
#1 - Molestía, irritabilidad y poca de paciencia
Si recientemente reacciones exageradamente a una situación menor es posible que te encuentres ya sobrecargado/a y se sea momento de pausar y validarte a ti mismo/a.
#2 - Cansancio emocional y físico:
Sentir una fatiga constante, incluso después de descansar, puede ser indicativo de la carga emocional que llevas. Reprimir sentimientos desgasta tanto como la actividad física intensa, y el cuerpo reacciona con un agotamiento general. Es es famoso "shut down".
"A veces simplemente no hay palabras, sólo un silencio que flota como un océano"- Jodi Picoult
#3 - Desconexión emocional:
Puedes experimentar momentos en los que sientes que te vuelves insensible o indiferente, incluso con tus seres queridos. Esta desconexión es una forma de protección cuando las emociones reprimidas se acumulan y sientes que enfrentarlas todas sería abrumador.
#4 - Problemas de salud físicos:
El cuerpo NO MIENTE. Dolores de cabeza frecuentes, tensión muscular, malestares estomacales o insomnio pueden ser señales de emociones reprimidas. El cuerpo a menudo refleja aquello que intentamos evitar emocionalmente.
#5 - Sensación de vacío o tristeza inexplicable
Aunque no haya un motivo claro, puedes sentir una tristeza persistente, como si algo faltara. Esa sensación de vacío puede ser el resultado de no haber expresado lo que necesitas o de haber ignorado tus propias emociones.
Herramientas como la escritura, coaching, la terapia o incluso una conversación con un amigo pueden ayudar a aligerar la carga emocional que a veces nos consume.
Al final, quien más daño se hace eres tú. Que no se te valla la vida intentando vivirla. Aprende a canalizar y gestionar saludablemente tus emociones. Te lo debes a ti. Dale oído a la serie especial de cierre de año UNBECOMING en el podcast. Accede aquí, y comienza a soltar lo que no te permite sanar, superar y crecer.
¿Te identificas con alguno de estos signos? ¿Haz estado a punto de implotar? Cuéntame en los comentarios.
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